lunes, 23 de febrero de 2009

Descubrimiento

Una almeja gigante descubierta en el Mar Rojo pudo ser la primera víctima de la explotación pesquera


La amenaza de la extinción de especies por la actuación del hombre no es algo nuevo. Una nueva especie de almeja gigante pudo ser hace miles de años la primera víctima de la sobreexplotación pesquera ejecutada por el ser humano. Así lo sugiere un estudio dirigido por el Instituto de Investigación Polar y Marina Alfred Wegener, en Bremerhaven (Alemania), que se publica en la revista 'Current Biology'.


Los investigadores descubrieron la nueva especie de almeja en el Mar Rojo por casualidad y han llegado a la conclusión, después de su estudio, de que los humanos modernos, que salieron hace unos 125.000 años de África, acabaron prácticamente con ella.Las evidencias fósiles de la nueva especie, denominada 'Tridacna costata', revelan que llegó a suponer el 80% de todas las almejas gigantes del Mar Rojo. En la actualidad, sólo representa el 1% de las que viven en esta zona.


El estudio señala que no pueden asegurar qué factores contribuyeron a la pérdida de unas especies gigantes de almejas a favor de otras, pero que el declive global de estas almejas y la importante pérdida de los especímenes grandes sugieren una captura excesiva por parte del ser humano hace miles de años.La nueva especie parece vivir sólo en aguas poco profundas, lo que la hace más vulnerable a su excesiva pesca. Según explica Claudio Richter, director del estudio, "todo esto son fuertes indicaciones de que la 'T. costata' podría ser el ejemplo más antiguo de sobreexplotación marina". Se cree que los humanos modernos salieron de África durante la última era interglaciar, hace unos 125.000 años.


El Mar Rojo, una ensenada salada entre África y Asia, pudo haber actuado como un cuello de botella y su aridez global pudo haber conducido a los primeros cazadores-recolectores a depender de los recursos marinos de las aguas menos profundas. Según los autores, las almejas gigantes podrían haber sido un importante recurso, debido a su naturaleza sedentaria, su visibilidad y gran tamaño.


Los investigadores descubrieron la nueva especie mientras acudían a desarrollar un programa de cría de otra especie de almeja gigante. La nueva especie puede medir hasta 30 centímetros de largo y tiene una concha con un distintivo patrón en zigzag. La especie está críticamente amenazada. Sólo seis de cada mil almejas vivas observadas por los investigadores pertenen a la nueva especie.


Las evidencias de que los seres humanos ya capturaban almejas hace decenas de miles de años, han llevado a especular que la dispersión del hombre desde África hacia el Mar Rojo y otras regiones adyacentes estuvo condicionada en gran medida por la competencia por los recursos marinos hace entre 110.000 y 90.000 años."Nuestro descubrimiento de que 'T. costata' ya estaba en vías de declive antes de este periodo corrobora esta hipótesis, al proporcionar la primera evidencia circunstancial de que los humano no sólo usaban los recursos de los acantilados sino que también los agotaban, convirtiendo a la 'T. costata' en posiblemente la primera víctima de la degradación antropogénica de los arrecifes de coral", explica Richter.Según los investigadores, el declive de los recursos marinos y terrestres por factores humanos y climáticos, respectivamente, podrían haber actuado conjuntamente para frustrar la precoz y corta colonización de Oriente Próximo por humanos anatómicamente modernos pero tecnológicamente primitivos al final de la pasada era interglacial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario